Queridas seguidoras: ¡Hoy hace dos años de mi Boda de Invierno! Dos maravillosos años junto a la mejor elección que he hecho en la vida. Y desde hace 10 meses con un adorable pequeñín a nuestro lado.
Fue un día de invierno luminoso y con cielo azul. Lo recuerdo espectacular, feliz. Indudablemente el invierno hizo que el día tuviera una magia especial.
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Como os he anticipado en otras ocasiones, pienso que las bodas que se celebran en invierno son el paraíso para los complementos elegantes. Hoy me gustaría dedicar este post a una novia de invierno que eligió un complemento muy especial para su día b. Y gracias a ella, las bodas en invierno han empezado a ser un referente. Y no me extraña nada porque su boda sí que fue de cuento.
Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi contrajeron matrimonio en enero de 2014 en el antiguo convento de Rougemont, una auténtica joya del arte románico que data del siglo XI construida por los monjes de Cluny. La capilla, dedicada a San Nicolás de Myra, estaba decorada con centenares de velas y flores blancas que aportaban romanticismo y calidez a la ceremonia. Un decoración exquisita y muy elegante, que encajaba a la perfección con el enclave donde tuvo lugar la ceremonia. La ceremonia comenzó a las 7 de la tarde con una nevada inesperada que enmarcaba la celebración. Y apareció la novia como una auténtica reina de las nieves: llevaba un impresionante vestido de Valentino en tul de seda y encaje de macramé y, el complementos estrella: una maravillosa capa larga blanca, con capucha XXL ribeteada en piel. Además, llevaba un majestuoso moño coronado con la tiara Fringe de Mónaco. Como os decía, una auténtica boda de cuento. Abajo he dejado el boceto que publicó Valentino. Vale, estrictamente hablando es un abrigo, no un complemento, pero en el día de tu boda el abrigo no tiene más papel que el de complementar a tu look novia. ¡Y me negaréis que no es un gran papel! La elección de los zapatos es tan importante, o más, que la del vestido. Pensaréis que exagero pero, hacedme caso, dedicadle tiempo a la búsqueda de los zapatos para que el día de la boda no os sorprenda con ningún imprevisto tipo, tacón u horma insoportable. Siendo invierno, las sandalias y zapatos destalonados quedan a una lado por lo que la variedad a elegir se reduce.
Recuerdo que yo miré en muchos sitios hasta que me decanté por un modelo clásico, con lazo y 1 cm de plataforma que me encajó a la perfección. Al igual que en el post de talleres de costura, os dejo una lista de las tiendas y talleres que yo miré:
Si tenéis vuestras dudas de si podréis aguantar más de 12 horas con ellos, lo mejor es que os busquéis un segundo par más cómodo para utilizarlo durante el baile. ¡Mucha suerte con la búsqueda! Como habréis apreciado, las bodas que se celebran en invierno admiten muchos complementos y tejidos elegantes: guantes largos, estolas de piel, abrigos de visón, terciopelo, etc. ¡Me encantan todos!
Yo me planteé varias alternativas: encargar un abrigo o capa a medida, comprar una estola o un cubre hombros de piel o llevar guantes. Al tener elegido el vestido, me resultó más fácil seleccionar qué complemento me encajaba mejor. Como la tela de mi vestido era bastante abrigada, además llevaba un vestido doble, es decir, un vestido largo con una falda con cola encima para el momento de la Iglesia, descarté la idea de los abrigos, estolas o capas, y me centré en los guantes. Si hubiese llevado una capa de piel, creo que la habría elegido en tono natural. Es complicado elegir un tono de blanco igual que el vestido y te arriesgas a que los dos tonos de blanco "se maten". Yo soy fan de los guantes largos. Me parecen finos, elegantes y además, estilizan más las manos. Y esta fue la primera opción que barajé. Pero finalmente, después de varias pruebas, decidí llevar manga tres cuartos y complementar mi "look" con unos guantes cortos. Sin duda, si has decidido llevar un vestido sin mangas, te recomendaría mirar unos guantes largos y estola de piel. Os aseguro que suelo seguir las tendencias en revistas de moda, pero nunca había tenido que afrontar tan de cerca tantos conceptos en torno a la moda. ¡La búsqueda del vestido de novia fue un master de moda divertidísimo! Al ser invierno, el abanico de ideas para elegir las telas y el diseño se limitan. Yo tuve que hacerme varias pruebas hasta que tuve claro lo que quería llevar. Las primeras opciones que barajaba eran combinando dos tejidos, uno para la parte de arriba y otro para la parte de abajo, unidos con un corselete de encaje bordado con pequeños detalles de pedrería que marcase mi cintura. Recuerdo que me probé un cuerpo de terciopelo que se ajustaba muy bien a la figura, con manga tres cuartos y cuello drapeado, que resultaba fino y elegante. Me parecía un tejido poco visto en novias, pero no me terminaba de convencer el color, que era un tono marfil y yo buscaba un blanco más luminoso. Otra opción que barajé fue un cuerpo de punto fino de lana con cuello a la caja y manga entera. Era una tela sobria y ligera, que admitía poner cuello cisne. Recuerdo también un cuerpo de guipur maravilloso en tono crudo. Era un tejido delicado y transparente, tipo el Chantilly, pero bastante más abrigado y menos visto. Todas las partes de arriba las combinaba con faldas de varios tejidos (seda salvaje, seda brocada, organza de seda, tul de seda con miles de capas...) y la verdad es que me lo pasé a lo grande en esas sesiones. Como seguía sin tenerlo claro, las siguientes sesiones empecé a probarme vestidos completos, en mikado de seda natural, raso duquesa y crepe de seda natural, todos de cortes muy clásicos y con gran cola. Me llamó la atención el crepe, por su caída y movimiento, pero siempre me veía mejor con tejidos más clásicos y diseños de cuerpo entero. Finalmente me decanté por un maravilloso brocado de seda que me cautivó. Una tela con presencia y personalidad que me diferenciaba de las novias de verano. Tenía un brillo y una luz especial, aunque en la foto no se aprecia. El bordado era un diseño elegante e invernal, una tela única, la elección perfecta. |
Mi blogEste blog surgió cuando preparé mi boda porque quería dar información a aquellas novias que estaban viviendo la misma experiencia que viví yo: preparar una boda en invierno. Categorías
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